¿O MIERDA O POLLO?

Hace siete años el tema de desarrollo social estuvo presente en un concurso de oratoria y no entendí absolutamente nada, más adelante lo tocamos en noveno y once, ahora sabía que era, mas no sabía para que sirviera. O mejor dicho, si sabía, servía como excusa de unos hijos de la gran patria que querían llegar al poder de unos padres para al país, por medio de unos votos que nosotros les brindamos o que ellos se ganaron, se ganaron ofreciéndonos educación de calidad al alcance de todos, internet gratis y con gran velocidad, parques gigantes y con espacios para crecer en familia, posibilidades de vivienda para todos, equidad en los subsidios e infinidad de propuestas que con el poder de la palabra nos pintaron una utopía, la cual siempre hemos querido alcanzar.

Verdaderamente triste es que tengamos que limitarnos a escuchar promesas de cambio, cuando el cambio depende de nosotros, si algo me ha quedado claro a mi, es que el cambio no depende del sistema, puesto que este hace ratito que se embalo, el cambio está en cada uno, y por supuesto que no se debe esperar por promesas, sino arrancar para cumplir las nuestras.

Es tan simple como esto, ¿quiénes no se han puesto alguna meta cada fin de año? Rebajar, dejar el cigarrillo, no mentir, no robar, dejar de beber, conseguir un trabajo o cambiarlo, casarme o dejarla, empezar a estudiar o la más simple ser FELIZ. En esas metas que como buenos colombianos nos ponemos está el desarrollo social Porque, cuando el buen colombiano tomo la decisión de bajar el sobrepeso, de dejar las borracheras fastidiosas, de extirpar el cigarrillo de los gastos diarios, significa que lo que se gastaba en malas comidas, alcohol borroso y cigarrillo contaminante, lo invirtio en su propia salud y en la de su familia. O cuando nos comprometemos a no mentir, no robar, a cuidar a nuestra pareja o a dejarla ir puesto que debemos cuidarnos a nosotros mismos o cuando escogemos estudiar a no hacer nada. Allí es que esta el verdadero DESARROLLO SOCIAL que tanto anhelamos. Está en insistir para conseguir un buen trabajo, en insistir para poder estudiar, EN INSISTIR PARA SER FELICES.
 

Un día alguien me dijo: “o comes mierda o comes pollo”. Al pollo hay que lucharlo, a la mierda solo hay que esperar a que baje.

UN FELIZ DÍA.