UN QUERIDO AMIGO.

27.09.2012 17:27

Gamín y desechable le dicen a el, al que deambula por las calles buscando que comer,
quiere dinero para drogarse, pero no roba como algunos habitantes hacen,
nació con la dependencia, y la biblia lo cura de la tristeza,
tristeza grande y agónica, que a nosotros los millonarios nos importa poco.

Primero quiero invitarlos a que conozcan a mi amigo, un habitante de calle, aunque creo ya todos conocemos su trabajo. Él es el que escribe los mensajes de la biblia a la orilla del rio y en las barandas del camino peatonal de este mismo, un hombre como nosotros, que tiene problemas pero, ¿quién no los tiene?, no es perfecto, ¿quién de nosotros lo es?. Pero quizá de eso trata la vida, de luchas para llegar a ser perfectos o perfectamente felices.

Este hombre vive la vida de otra manera, el no se molesta por ser perfecto, por lo único que se toma la molestia es de escribir mensajes de la biblia que nos abren los ojos. el me decía, “la gente ya no quiere escuchar a Dios y mucho menos leerlo, solo quiere escuchar  ruido y ver  el color mierda del dinero.” Puede que sea cierto, en ocasiones lo apoyo, pues algunas veces ese mismo dinero que nos enamora ver, también nos pinta paraísos de arena que tarde que temprano cuando suba la marea se derrumbarán.

Quiero que dejemos de pensar por un momento en eso material que “nos hace felices”, que tal si nos apartamos de lo  que para nosotros significa felicidad, y miremos hacia abajo, y nos encontremos con personas, personas como mi amigo, porque ellos son eso, sres humanos tal y como somos nosotros.

Cuando te encuentres a uno de ellos no lo mires con desprecio, ni con asco, en ocasiones pueden dar susto, pero porque nos criaron con la idea que para juzgar a alguien solo necesitamos su apariencia, y con eso basta para devastarlo o difamarlo en nuestra mente, quiero que les regales una sonrisa de oreja a oreja, y si te piden dinero no les des, pero si puedes darle tan solo un pan, ese "Dios te bediga" que ellos te regalan, vale más de lo que podrías imaginar. Es así, con pequeños detalles  vas destruyendo el hambre que los agobia y construyendo tu "casita en el cielo", así como la construye mi querido amigo haciéndonos leer la biblia, dejando de escuchar el ruido que hace la sociedad para escuchar a Dios y dejar de sentir esa dependencia al color mierda del dinero.

“Bienaventurados los que tengan hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados".  Y sí, de ellos va ser el reino de los cielos, ¿por qué no acercarnos a ellos en vida, para qué cuando estén en el cielo se acuerden de ti?.  Recuerda, cuando le calmaste el hambre y saciaste su sed, quizá interceda por ti y sean más hermanos allá arriba en tu casita en el cielo.

 Muchas gracias.

 

 

 

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